PLANTAS MEDICINALES MAPUCHE




 

Esta serie de artículos, publicados en la Revista Patagónica, están constituidos por monografías que forman parte de un trabajo titulado "El Dioscórides Mapuche, o sea Materia Médica Vegetal Mapuche", confeccionado con el propósito de servir de guía orientativa en el trabajo de campo etnobotánico de su autor.

Tiene la aspiración de constituir una concisa síntesis de la tradición oral, así como de la bibliografía botánica y fitofarmacológica desde el punto de vista etnológico.

Se incluyen en la mencionada obra las monografías de unas 500 especies vegetales, clasificadas taxonómicamente, y más de una centena sin definición científica satisfactoria.

Todas estas especies han sido usadas por los mapuche con fines tanto terapéuticos como esotéricos, muchas de ellas aún gozan de plena vigencia.

Los datos presentados no son definitivos y esperan la confirmación o rectificación resultante de los estudios que efectuarán sobre el material recogido en el campo de la investigación los taxónomos, químicos, farmacéuticos y médicos que auxilian técnicamente la labor del autor.

Las recetas o prescripciones son de valor puramente documental y no pretenden reemplazar la labor de aquellas personas idóneas en el arte de curar.

«Los vegetales, con especialidad los herbáceos, forman el capital de la farmacia... (de los mapuches)... y sus médicos, llamados machi y ampife, son herbolarios peritos que poseen por tradición el secreto de un número grande de simples, adaptables a todo género de enfermedad, con los cuales hacen diariamente unas curaciones maravillosas; y aunque,... procuren ocultar lo que saben en esta materia, sin embargo, movidos de la amistad, han manifestado hasta ahora las virtudes medicinales de muchos árboles y de más de 200 yerbas salutíferas, que usan con mucho acierto...»
Juan Ignacio Molina
(1737-1829)

«Nueva ocupación tuviera el príncipe de los herbolarios, Dioscórides, en inquirir y conocer los secretos de las admirables virtudes de las muchas yerbas que produce este fertilísimo Reyno de Chile, en que se aventaja a muchos otros,... en tanto grado que habiendo venido... un médico francés, grande herbolario y docto en su facultad, se admiraba de ver a cada paso tan excelentes yerbas medicinales, y decía: que no habían menester los que habitaban en esta tierra boticas ni medicinas, porque en las hierbas, si las conocieran, tenían cuanto pudieran desear.»
Diego de Rosales
(1601-1677)

Estas elogiosas expresiones de Rosales sobre la Araucanía las podemos hacer extensivas a la región andino-patagónica mapuche (actualmente Argentina), donde también se encuentran muchas de esas mismas hierbas, aunque no con tanta profusión. 

Aukanaw



PLANTAS MEDICINALES
Usadas por los MAPUCHE


Foye




Nombre mapuche:

Foie; Foike; Foige; Foye; Foikelawen.


La forma más usual, Foie, se pronuncia "fo-i-e", la "i" en este caso es consonante y no forma diptongo, por eso también se transcribe como "y".


Traducción:
Sin traducción aparente.


Nombre científico:
Drimys winteri J. R. et G. Forster.

Familia:
Winteraceae (antes pertenecía a las Magnoliáceas).


Nombre vulgar :
Canelo; boighe; voigue; canelillo.

Origen :

Autóctona.


Distribución :
En Argentina en la región andino-patagónica; en Chile desde el río Limarí ( IV Región) hasta el archipiélago del cabo de Hornos (XII Región). Particularmente abundante en la isla de Chiloé.

Hábitat :
Zonas húmedas

Comestibilidad:
No conocemos que tenga partes comestibles.

Descripción :
Es una planta cuyas características varían de acuerdo al entorno en que le toca vivir. Su altura definitiva puede variar desde 1 metro o menos, hasta los 25 mts.. Los rasgos generales son los siguientes:
a) Tronco
De corteza gruesa, lisa y de color gris ceniciento.


b) Hojas
Perennes, es decir que es una planta siempreverde. Cambia sus hojas periódicamente y de manera parcial, durando la vida de las hojas más de una estación. Estas hojas no se hallan divididas en porciones, y por eso se llaman simples. Son de borde continuo, sin dientes ni hendiduras. Son duras y se quiebran al doblarlas tal como las hojas del laurel, o sea coriáceas. Carecen de pelos o vello. En cada nudo se inserta una hoja, y en forma espiralada en torno al tallo, lo que se denomina: hojas alternas.
Están unidas al tallo mediante pecíolos de hasta 1 cm. de largo, robustos y algo parecidos a los de la Magnolia glauca. Su forma generalmente es aovado-oblonga, y su color es verde (obscuro o pálido) en la superficie, y en la parte inferior glauco o blanquecino, donde se nota destacada la nervadura central. Suelen alcanzar 10 ó más cm. de largo.


c) Flores
Son de color blanco nacarado y se unen a la planta por un largo talluelo o pedicelo. Suelen ser flores aisladas o agrupadas en umbelas (como el perejil). Pueden tener un diámetro de 2,5 a 3 cm. y su corola se compone de 6 o más pétalos blancos. Las flores se hallan guarnecidas inmediatamente por debajo de ellas por pequeñas hojas ovaladas, lo que se denomina involucro. Los talluelos que unen las flores al tallo suelen nacer o implantarse en el ángulo axilar de una hoja o casi en el extremo de las ramas.


d) Fruto
Una baya negra-violácea

Las variedades conocidas de esta planta son:
1) Variedad punctata (Lam.) DC.
Árbol de hojas obovales de 5 a 10 cm. de largo y pedúnculos con una sola flor. (Isla Navarino. Chile).
2) Var. chilensis (DC.) A. Gray
Árbol de tronco derecho con hojas lanceoladas de 8 a 15 cm. de largo. Sus flores se agrupan en umbelas, y a veces se presentan solitarias. Argentina: Parque Nacional "Los Glaciares".
3) Var. andina Reiche
Arbusto de no más de 1 mt. de alto. En Argentina se lo encuentra en los Parques Nacionales "Lanín", "Los Alerces" y "Nahuel Huapi".
4) Var. confertifolia Phil.
Propia de la isla Juan Fernández en el Océano Pacífico.
La variedad que más se presenta en la Argentina es la de plantas de poca talla.

Flor, hojas y fruto del Foye

Usos terapéuticos:
• febrífugo

• antiséptico
• antiescorbútico

• estomacal
• tónico y estimulante

• antirreumático
• diurético

• analgésico general
• analgésico (odontalgias y ulceraciones)

• vulnerario
• antihelmíntico


Partes usadas:
hojas corteza ..

Modo de empleo:
Como:

a) febrífugo

e) diurético

b) tónico

f) antihelmíntico

c) antiescorbútico

g) estomacal

d) estimulante






En todos estos casos se beben varias tazas durante el día, de 5 a 8 grs. de corteza hervida durante 5 o más minutos en 1/2 litro de agua.



h) analgésico en dolor de muelas.



Bebida y buches con la preparación anterior.



i) heridas pútridas

k) tejidos inflamados

j) contusiones y machucones

l) analgésico en ulceraciones



Lavado con el decocto mencionado (es antiséptico y astringente).



Hojas (frescas):
Poseen casi todas las virtudes medicinales antes dadas para la corteza, pero en grado menor.

m) tumores y abscesos supurados



El emplasto de hojas los madura, abre y purga.



n) febrífugo.



Emplasto de hojas, y fricciones con hojas verdes previamente calentadas.



ñ) estimulante de las secreciones estomacales.

o) virtudes ya mencionadas para la corteza.



Para estos dos últimos usos: 10 grs. de hojas en 1/2 litro de agua, calentar hasta la ebullición (3 a 4 tacitas diarias).

Corteza

p) reumatismo

q) dolor de costado (pleuritis)

r) dolor de espalda

s) dolor de hígado

t) dolor de vientre

u) dolor de riñones



Para todos estos casos se la aplica machacada y sujeta con un lienzo u otro soporte sobre la parte afectada, o sea, como parche.

Hojas y corteza

v) reuma

w) parálisis reumática

x) debilidad orgánica general



Para todos estos casos se toman baños de una decocción de corteza y hojas. Es indispensable que el agua haya hervido un mínimo de 5 minutos para extraer los principios activos de la corteza. Este baño es muy aromático, tónico, estimulante y cálido.
Las decocciones de la corteza del canelo son amargas, acres y de sabor persistente, estimulan secreciones estomacales, y determinan en todo el organismo una reacción especial. Fuertes pueden determinar náuseas y, a veces, vómitos y diarreas.

 Constituyentes químicos:
El análisis químico confirma muchos de los usos terapéuticos que le ha asignado la tradición mapuche a esta planta. Encontramos 1,69% de taninos, lo que le da cualidad astringente y vulneraria; vitamina C en contenido superior al del limón y la naranja, lo que confirma su uso como anti-escorbútico. También se aíslan: aceite esencial (alfa pineno, beta pineno, limoneno, terpineol, eugenol, p-cimol, ascaridol, dipenteno) confirmando su cualidad de aromático, tónico y antihelmíntico.
Se hallan terpenoides: drimenol, drimenina, isodrimenina, criptomeridiol, winterina, futronolido, confertifolina, valdiviolido fueguina, y otros. Hay contenido de poligodial, isopoligodial y sesamina; flavonoides: cirsimaritina, taxifolina, astilbina y quercetina.
Su uso como antiséptico en el tratamiento de heridas purulentas se halla confirmado al encontrarse actividad antibacteriana frente al Staphilococcus aureus.
El profesor Gluber sostiene que la acción fisiológica del canelo o Foye está en relación con la presencia del tanino que contiene y, sobre todo, con una muy poderosa esencia aromática que posee.



Generalidades
El nombre científico de esta planta está compuesto por dos palabras que tiene el siguiente significado: Drimys, en griego, significa picante por el sabor de la corteza, acre ardiente, semejante a la pimienta; y Winteri por el apellido Winter.
John Winter: médico inglés que acompañó al corsario Francis Drake en su cruce del estrecho magallánico y que en 1579 dió a conocer por primera vez en Europa el canelo o Foye, aconsejándolo para combatir el escorbuto. De aquí que antiguamente se conociera la corteza de Foye en Europa como corteza de Winter. Formó parte de muchos medicamentos, entre otros el Vino diurético amargo de la Caridad .
El profesor Juan A. Domínguez nos señala que el canelo tiene virtudes afrodisíacas, y que esta especie vegetal, o alguna variedad muy cercana, es conocida en el Brasil corno Casca d'anta, Paratudo o Canela amarga; en Venezuela la conocen como Corteza de Malambo; en Colombia como Palo de ají, y en México como Chilillo o Palo picante.
El Foye posee además cualidades tintóreas: su madera triturada y sus hojas sirven para teñir los hilados de color verde.
El Foye es el árbol cósmico y sagrado de los mapuche. Su tronco se halla en correspondencia con el eje cósmico, o Axis Mundi, y el punto de intersección del mismo con el plano horizontal de la Tierra, o Mapu, determina el Centro del Cosmos o del Mundo. Sus raíces se hunden en los inframundos y sus ramas más altas alcanzan el más elevado de los cuatro cielos, lugar donde se manifiesta la Divinidad.
El árbol es por sí solo una manifestación de la Divinidad, o teofanía.
Las ramas de este árbol generalmente salen del tronco de cuatro en cuatro, como una cruz. Cada uno de esos puntos a lo largo del tronco determinará un nivel cósmico o "cielo", en tanto que las cuatro ramas desplegadas en forma crucial en cada uno de esos niveles indicarán los cuatro caminos o "ramas" que presenta cada uno de los distintos planos en que se desarrollan, así como su proyección sobre la Mapu. (Ver pára más datos nuestro artículo "La estructura del Cosmos según los Mapuche").

Machi mapuche con su kultrun (tambor) y wada (sonaja) sobre el p'raprawe (tronco de Foye tallado), eje cósmico mapuche, culminando su viaje chamánico al más alto de los "cielos". Su cuerpo reproduce de manera virtual y en pequeña escala lo que su alma realiza de manera efectiva y en grandes proporciones en otros ordenes de realidad. (foto de Louis Faron)




El tronco de Foye o canelo es, como dijimos, coincidente con el eje cósmico, y en el Ngillatun está representado por el p’raprawe (tronco de canelo o que pretende ser tal) con escalones tallados.

El Foye, dado que es una manifestación de la Divinidad, es llamado en ocasiones (actualmente) Iñ Chao Rayülelu es decir Nuestro Padre Florido; y puesto que el Cosmos también es la manifestación de la Divinidad, es lógico que el Cosmos mismo sea representado por el Foye o canelo. Este hecho se puede apreciar cabalmente en el kultrun (tambor chamánico mapuche) cuya caja, que representa la mitad material del Cosmos, está tallada en madera de este árbol sagrado. La otra mitad, la bóveda celeste, es invisible y el parche indica nuestro nivel dentro del Cosmos, en tanto que la baqueta es el puente para pasar de un nivel a otro, un "arco iris". Pero este asunto es otro tema.

La Nación Mapuche tiene razones bien concretas y lógicas para efectuar todas sus reuniones cívicas, bélicas y sagradas al pie del Foye o canelo, del todo análogo al Árbol de la Vida de las tradiciones semitas, o al Ygdrassil nórdico, o la Ceiba o el Nopal mesoamericanos, pero su explicación nos llevaría emasiado lejos de la temática que estamos exponiendo.

La flor del canelo como símbolo ha recorrido bastante historia. Se sabe tradicionalmente que los mapuche, en tiempos precolombinos, poseían estandartes o banderas (la forma precisa no se recuerda) en los que se ostentaba una estrella de ocho puntas. Descartamos de plano la objeción de algunos investigadores, como R. Casamiquela, que basándose solamente en un insubstancial argumento lingüístico, pretenden negar este hecho. La bandera en cuestión podía ser negra, con la estrella blanca, o plateada (forma más usual), o paño blanco con la estrella negra.

Esta estrella simboliza la flor del Foye o canelo que, para las reglas iconográficas mapuche, se debe representar con ocho pétalos.
Esta misma estrella octogonal tiene a su vez otros significados sagrados y astronómicos que no podemos abordar, pero que distan mucho de las fantasías que algunos autores universitarios chilenos han desarrollado a partir del simbolismo presente en objetos de cerámica mapuche y su relación con el planeta Venus (W'ñelfe/Yepun).



Ampliación contrastada de una flor de Foye que torna evidente la...
estructura estilizada por la simbología mapuche


Estos autores observan acertadamente la relación de la estrella octogonal con el citado planeta, pero en sus restantes especulaciones (de índole matemática) tan solo proyectan sobre este símbolo sus propios contenidos mentales y categorías epistemológicas [occidentales modernas]- al mejor estilo del fantasioso Rodolfo Kusch-, seamos en esto categóricos: un indígena jamás podría haber pensado de la manera que ellos le atribuyen.
Batalla de Kilakura entre fuerzas invasoras españolas y el ejército mapuche.

Obsérvese que en la bandera que llevan los mapuche, a la derecha, aparece la flor del canelo estilizada
El uso de esta estrella de ocho puntas en las banderas de los ejércitos mapuche se halla documentado y graficado por los cronistas militares españoles, y su vigencia aún hoy persiste, aunque deformada, en los pabellones de algunas comunidades williches de Chiloé, como lo hemos podido constatar.
Por ejemplo en el caso de la foto de abajo se ha quitado una punta a las ocho dejando tan solo siete, esto es debido a la influencia prestigiosa de la estrella pentagonal (la "estrella solitaria") de la bandera chilena, pero se ha mantenido la estructura general anterior. El resto del pabellón puede ser copia de las antiguas banderas chilenas o ser propia de los williche, y dado que los chilenos han copiado en esto a los mapuche se ha de ser cauto a la hora de definir el orígen de las cosas y no caer en prejuicios etnocéntricos, o facilismos carentes de valor.
Aclaremos que el número 7 así como el 5 es un número nefasto (nec-fasto), en cambio 4, 8 y 12 son los números fastos o favorables por excelencia. En idioma mapuche los términos "izquierdo", "nefasto" e "impar" se designan con la misma expresión: wele. Todo número impar es desfavorable y aciago por eso se lo evita, pero todo número par es auspicioso y se lo remarca.



Don Pedro Huenteo, ex Longko de Chiloé, su esposa, su hija y su nieta junto a la bandera Williche (Chadmo central, Chiloé. 1985) Nótese la estrella en la bandera.
(Fragmento de una foto del Dr. Carlos López von Vriessen)


Esta regla no tiene excepciones de ningún tipo, ni podría tenerlas, y si en los parches de los kultrun (= tambor sagrado mapuche) de algunos Machi aparecen estrellas pentagonales el hecho sólo indica que esa persona ha perdido el sentido de su propia tradición espiritual y cultural puesto que no solo copia símbolos ajenos sino también contrarios a la cosmovisión de su cultura.
Lo mismo puede decirse de banderas con igual característica usadas en rogativas (Ngillatun).
Si todo esto es grave, mucho más preocupante es el asunto de una cierta bandera que anda circulando por allí, y especialmente en Argentina donde no se conoce su verdadero origen. Nos referimos a una bandera que falazmente se quiere hacer pasar por el pabellón de la Nación Mapuche cuando tan sólo es un engendro concebido por un sector político de la izquierda chilena y cuyo simbolismo es completamente discordante con la Tradición Mapuche.


Bandera que falazmente se pretende hacer creer -no sólo a los "blancos" sino también a los mismos mapuche del Neuquén- que es la bandera de la Nación Mapuche, cuando en realidad es solo el distintivo que identifica a una pequeña fracción escindida del Partido Socialista chileno autodenominada "Consejo de todas las tierras" (Aukiñ Wallmapu Ngulam) liderada por Aucan Huilcaman..






La estrella de 8 puntas o cruz foliada es la representación simbólica de la flor del Foye, y emblema nacional mapuche.
Representación estilizada de la estrella de 8 puntas, usada también por los mapuche.


La estrella mapuche octogonal a veces suele estilizarse con cuatro trazos simples, adquiriendo el aspecto de un asterisco. (Véase el grabado adjunto de la batalla de Kilakura).
Este emblema nacional mapuche fue adoptado por los criollos chilenos durante las gestas de la independencia en el siglo pasado. En ocasión de crear su pabellón nacional, siguieron la moda política del momento "el indigenismo ideológico", como se lo ha dado llamar. Y decimos moda con toda propiedad puesto que, por ejemplo, las damas de los sectores poderosos de la sociedad chilena durante la gesta independentista se engalanaban en las lujosas soirées patrióticas con joyas de plata mapuche, llegando algunas de ellas hasta vestir prendas del ajuar femenino indígena.
No olvidemos que Argentina y otros estados americanos hicieron lo mismo con sus enseñas nacionales, en mayor o menor grado, incluso en sus propios himnos nacionales.
Tomaban símbolos indígenas para contraponerlos a los de la Metrópoli, buscar otra motivación a este hecho es falsear la historia. Simpatía al aborigen jamás se tuvo, y el "buen salvaje", "el hombre natural" de Rousseau, era tan sólo un modelo formal usado por los burgueses americanos en su lucha contra los aristócratas de la nobleza europea.
El indio en sí no les interesaba. José de San Martín cuando en una famosa frase dice "nuestros hermanos los indios" solo recurre a una mera figura retórica, tal como lo hacían todos sus contemporáneos, él como cualquiera de ellos simplemente despreciaba al indio y lo consideraba como salvaje. Belgrano al proponer un indígena como rey de las Provincias Unidas también sigue este mismo esquema.
Todos usan al "indio" pero nadie se interesa realmente por él, ni siquiera para conocerlo; se sabe más de las piedras, animales y plantas que de los aborígenes.
Veamos otro ejemplo.
El Himno Nacional de Chile (versión antigua) dice:
"De tres siglos lavamos la afrenta, combatiendo en el campo de honor", lo que evidencia claramente la intención de los patriotas chilenos de identificarse con la Nación Mapuche, por trescientos años vencedora y jamás derrotada por los hispanos.
De resultas, la bandera chilena toma los colores de guerra usados por los mapuche, tal como nos lo dice Ercilla en La Araucana.
Cubierto de altas plumas, muy lozano,
siguiéndole su gente de pelea,
por los pechos al sesgo atravesadas
bandas azules, blancas y encarnadas.
Canto XXI Verso 317

Antigua bandera chilena

Actualmente algunos chilenos soslayan esta situación de apropiación cultural interpretando estos tres colores con explicaciones arbitrarias y pueriles.
El escudo chileno presentaba una columna con dos lanzas cruzadas, llamada el Árbol de la Libertad, y no era otra cosa, que el Foye o canelo estilizado como... columna (!) (típico toque masónico, junto con la muy típica divisa masónica "Post tenebras lux").

La flor del canelo tal como aparece en los antiguos escudos y banderas de Chile.
Estilización que substituyó a la flor en los símbolos patrios de Chile, siendo luego reemplazada por la estrella pentagonal.



Tanto el escudo como la bandera presentaban flores de ocho pétalos blancos con centro amarillo, utilizadas a guisa de estrellas. El número de las mismas en las enseñas fue tan variable como modelos hubo, y en ciertos casos se las reemplazó por una estilización en forma de asterisco, en color amarillo. Todo esto se encuentra bien documentado y existen abundantes testimonios iconográficos. Véase al respecto la numerosa documentación gráfica que aporta Gastón Soublette Asmussen en su obra La estrella de Chile.
Por razones propias y convenientes de la institución masónica, cuya explicación nos alejaría completamente del objeto de esta nota, la estrella de ocho puntas fué reemplazada por la de cinco, actualmente vigente.
Para más datos, el mismísimo Bernardo O'Higgins explicó el significado de la estrella diciendo que era La estrella de Arauco, y años más tarde esta explicación fue desarrollada en el decreto que se dictó para fijar la composición del actual escudo nacional: "La estrella de plata es el blasón que nuestros aborígenes ostentaron siempre en sus pendones, y el mismo que representa ese caro pabellón a cuya sombra se ha ceñido la patria de tantos y tan gloriosos laureles."
La paradoja tragicómica en todo esto es: muchos mapuche pierden su tradición espiritual de la estrella de 8 puntas (los más), y entonces copian la prestigiosa estrella del invasor que tiene sólo 5 puntas, pero sin saber que el invasor la copió a su vez - y luego la alteró- de los antepasados de esos mismos mapuche, que poseían esa tradición sagrada.!!!
Símbolo de MAPU que los Renüs (“sabios” mapuches) ostentaban en sus estandartes durante las reuniones parlamentarias solemnes.(a la izquierda)
Sintetiza dos símbolos en uno solo: el de la flor del Foye y la Cruz Mapuche (a la derecha) (comunmente dibujada en el parche del tambor sagrado o Kultrun).

Sucedidos:
Respecto del Foye podemos decir que para un mapuche es lo que para un cristiano la Biblia, en cuestiones de juramento y paz. A su sombra no se puede mentir, juramentar en vano, testificar en falso o violentarse. Por eso una rama de Foye es estandarte de paz, algo así como entre los europeos la bandera blanca, o la rama de olivo.
Los invasores españoles eran sabedores de esto y cuando una comisión parlamentaria mapuche era encabezada por un portador de la rama de Foye o canelo, bien sabían que venían en son de paz, paz que no infringirían, pues comportaba una violación a lo sagrado, y cuyas consecuencias son inimaginables para un wingka (= no mapuche).
Pero como dice el popular adagio "hecha la ley, hecha la trampa", y cuando de cuestiones militares se trata "la victoria es el principal objetivo de la guerra".
Recordemos al respecto un sucedido de hace más de tres siglos:
Corría el año 1655 los mapuche, cansados de soportar las vejaciones que comportaba la intrusión hispana, decidieron romper las paces y expulsar a los invasores. En una de esas batallas dieron varios asaltos al castillo (= fuerte con muro perimetral de piedra y mampostería, con foso seco) de Arauco, y viendo después de varios intentos que no podían vencer fácilmente a los españoles por las armas, pues resistían heroicamente el asedio, decidieron vencerlos mediante la astucia.
Efectuaron entonces las tropas mapuche una retirada estratégica, volvieron más tarde al castillo sin armas y llevando ramas de canelo en las manos. Se acercaron a la fortaleza pidiendo ver al castellano, Don José de Volea, a fin de que se les franquease la entrada para parlamentar y negociar las paces, manifestando haber cometido el gran error de haber renunciado a la "amistad" con los hispanos, al tiempo de reconocer "su culpa" en este conflicto. Esta petición los realistas la escucharon con regocijo, franqueando la entrada a la comitiva mapuche.
De Volea escuchó atentamente las disculpas y creyó en las fingidas sumisiones, y como la situación de los castellanos no era de las mejores a causa del pasado sitio, consideraban aceptable cualquier tipo de salida pacífica, y tuvieron por buena aquella, al ver a los mapuche con los ramos de canelo o Foye.
Por su parte, Baltasar Quixada, que por muchos años había sido capitán de naciones (aborígenes), aprobó de buena gana el trato, sabiendo que los mapuche no podían faltar a su palabra pues habían parlamentado con los ramos de canelo en las manos.
El castellano de Volea dio a los nativos cartas de recomendación para el gobernador de Concepción a fin de que fueran recibidos en paz, y como aval de esto, y para que transmitiesen al gobernador el buen corazón de los mapuche, designó una escolta. Ella estaba compuesta por el jesuita Jerónimo de la Barra y el capitán Quixada, junto con otros dos españoles.
Salió la comitiva, integrada por los mapuche y los cuatro españoles. Avanzaron de este modo una media legua, y cuando llegaron a las orillas del río Arauco arrojaron los mapuche los canelos al río y tomaron las lanzas que tenían escondidas, matando a los españoles, y perdonando al jesuita por el buen trato que en otras oportunidades les había dado, pero reteniéndolo cautivo. Algunos intentaron matar al capitán, pero otros, sabedores de que era bravo y justo guerrero, le perdonaron, llevándole prisionero.
Acontecido todo esto los mapuche siguieron su marcha hasta encontrarse con otras tropas nativas, que se hallaban emboscadas. Con ellas dieron asalto al castillo de Arauco, cuya defensa fue fácilmente burlada, pues estaba confiada en la paz recientemente negociada, resultando así la fortaleza tomada. Como corolario, los mapuche llevaron a la vista de los defensores del castillo a los dos cautivos, el jesuita y el capitán, riéndose del chasco que les habían propinado a los españoles y de su ingenua credulidad, a la vez que tomaban numerosos prisioneros.

¿Qué había sucedido? ¿Habían acaso los mapuche faltado a su juramento solemne a la sombra del canelo? ¿Acaso pensaron que ganar una batalla era más importante que faltar a lo sagrado? ¡No! ¡jamás!



El asunto es bien distinto y bien sencillo, pero para comprenderlo es preciso conocer que existen tres tipos de Foye o canelo con distintas cualidades, a saber:
1) Un canelo de hoja muy ancha, muy verde por un lado y blanquecina por el otro. Este es el canelo sagrado que preside los Ngillatunes, altar del sacrificio mapuche; emblema del Machi, presente en los machitun. El árbol cósmico y sagrado.
2) Otra variedad que es de hoja menor, algo larga, verde de un lado y cenicienta del otro. Este es el canelo símbolo de la paz. Sus ramas sirven de pasaporte y salvoconducto.
3) Una tercera variedad, en todo parecida a las otras dos, pero que se diferencia en la hoja que, aunque del mismo color, es encrespada. Este es un árbol común, sin uso sagrado ni para tratativas de paz, o juntas.
La corteza de esta última variedad posee propiedades narcóticas, cualidad que era empleada por los mapuche para pescar: se arroja en aguas tranquilas su corteza machacada, lo que narcotiza a los peces haciéndolos flotar, y de este modo son muy fáciles de agarrar, aún con las manos.
La astucia de los mapuche consistió simplemente en aprovechar el desconocimiento que los españoles tenían de estas tres variedades de Foye, a las que tomaban por una misma y única.
La comitiva parlamentaria portaba ramas de canelo crespo en lugar del canelo de la paz y, en consecuencia, los mapuche no se comprometían en modo alguno, quedando en libertad de acción.
Hay veces que páginas de la Historia son escritas por hechos en apariencia insignificantes, como los celos de una dama resentida, un bache en una calle, un animal asustado, una simple lluvia, o la diferencia existente entre variedades de una misma planta... el Foye o canelo.

 Aukanaw

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Nota:

1. Emplasto: son las hojas machacadas y calientes aplicadas con un paño que las sujeta



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21. ZIN, Juan; La salud por medio de las plantas medicinales. Ed. Freeland, Buenos Aires, 1958, pág. 182 y 274. 






Pange

Nombre mapuche:
Pange; panke, ngalka, nalka.

(pronúnciese aproximadamente como "pangue")
La consonante ng es un sonido propio de la lengua mapuche y suena como una letra ge gutural en ga, gue, gui, go, gu, g' (esta última es la sexta vocal - muda- del mapuche).


Traducción:
Sin traducción aparente.
Algunos mapuche hacen asociaciones entre "pange" y "pangi" (= puma) referidas a la analogía morfológica de la hoja y una garra del citado animal. Puede ser un caso de lo que Saussure denominaba "etimología popular"

Nombre científico:
Gunnera chilensis
Lam. (vel G. scabra R. et P.)
Gunnera tinctoria
(Mol.) Mirbel

Familia:
Gunneraceae (antes Halorrhagidaceae).

Nombre vulgar:
Pangue; nalca; raway (en Chiloé).

Origen:
Es planta autóctona.

Distribución:
Se la puede encontrar en la región andino-patagónica argentina, y en el centro y sur de Chile.
Naturalizada, como ornamental en el oeste de Europa.
Especies del género se encuentran también en las regiones cordilleranas de Perú, Colombia, Venezuela y Ecuador.

Hábitat:
Crece en terrenos muy húmedos o pantanosos, también a lo largo de los arroyos.

Comestibilidad:
Los pecíolos o pencas, es decir los talluelos que unen las hojas al tallo, son comestibles, pero después de haberles quitado la primera corteza. Tienen un sabor dulce, pero un poco ácido que es muy agradable y refrescante.

Descripción:
Es una planta que posee un tallo tan corto que parece ausente, parecieran las hojas surgir de un punto del suelo, por eso se la llama acaule.

Está provista de un grueso tallo subterráneo denominado rizoma, fuerte y fusiforme.
Las hojas de color verde oscuro están dispuestas radialmente a modo de una rosa, partiendo desde un centro. Las hojas tiene escotaduras o lóbulos que les dan semejanza con una hoja de palmera, y tienen un diámetro de 50 cms. a 1 metro aproximadamente. Los dientes de estas escotaduras o lóbulos son agudos. La superficie de las hojas es áspera, y cubierta de pequeños pelos.
Gruesos y largos talluelos, o pecíolos, carnosos sostienen las hojas; estos pecíolos están cubiertos de apéndices verrugosos puntiagudos.
Las flores son muy pequeñas y están agrupadas en largas y densas espigas, que ocupan la parte central de la planta.
Florece entre octubre y diciembre. El fruto es carnoso y pequeño (drupa) de color rojo, y en algunos casos rojo-anaranjado hasta amarillentos. Fructifica entre enero y febrero.
 
Uso terapéutico:
• hemorragias
• febrífugo

• diarreas
• diurético

• disentería
• afecciones de la boca y la garganta (bucofaríngeas)

• anginas

Partes usadas:
Hojas
raíz
pecíolos
Modo de empleo:
Raíz
• disentería
• diarreas
Decocto de la raíz administrado en enemas y como bebida.

• hemorragias
Lavar la herida con el decocto de la raíz.

Hojas
• febrífugo
Bébase un decocto de las hojas, o bien tómense hojas bien cocidas y calientes, y aplíqueselas en la parte inferior de las espaldas o sobre los riñones.

Pecíolos (pencas)
• diarreas
• diurético
• disentería
El decocto de los peciolos administrado en bebida.
• hemorragias
El mismo decocto usado externamente, lavando la herida.
• angina
• afecciones bucofaríngeas
El preparado anterior bebido y aplicado simultáneamente en forma de buches.
A título de curiosidad copiamos una receta que usaban los españoles que invadían el territorio mapuche, según nos la transmite Diego de Rosales (siglo XVII).
Para la disentería: se colocan los pecíolos de panke, debidamente trozados, en remojo en vino durante la noche y se da de beber ese vino colado por la mañana... las detiene, y si se continúa por varios días las sana.
El mismo Rosales nos da otra receta para aplicar en "ayuda", "clister" o enema.
La enema será de caldo de carne cocida con tres rodajas de penca o pecíolo de pange molidos en cantidad de agua como para 6 enemas. Se la cuece hasta que el volumen quede reducido al volumen de una sola enema. Una vez administrada se la debe retener lo más posible dentro del cuerpo, y sanará. Si es fría, la anterior, añadir a la enema medio vaso de vino, después de colado el caldo y de un hervor, y con ello luego sentirá mejoría.
Constituyentes químicos: Los pecíolos y la raíz son ricos en taninos y ácido tánico.
La "raíz" contiene tanino y goma.

Inflorescencia (en primer plano), hoja (en 2º plano)

Generalidades:
El rizoma o "raíz" se usa para teñir los hilados de color negro hermoso y firme, se usa su jugo.
Los pecíolos y el rizoma se emplean para curtir, debido al alto porcentaje de tanino que poseen.
Sumergiendo en agua las espigas florales se obtiene una bebida refrescante.
Los pecíolos antes eran muy usados para hacer helados, especialmente en Chile.
Con los pecíolos tiernos se preparan ensaladas y dulces.
Las hojas son empleadas para cubrir el "curanto" (del mapuche kurantu), guiso que se compone de mariscos, carne y legumbres que se cuecen sobre piedras muy calientes colocadas en un hoyo a las que se va echando agua paulatinamente por un orificio. Esta forma culinaria no es patrimonio exclusivo de Chiloé ni de los mapuche sino que lo comparten muchos pueblos que bordean el Pacífico.
A principios de siglo la raíz se vendía en las boticas chilenas y se recetaba en infusión o decocto.
Nájera anota en el siglo XVII: "Suelen comerla los caminantes... para mitigar la sed por ser refrescativa".
Sus grandes hojas eran usadas por los mapuches para confeccionar abrigos cuando los sorprendía la inclemencia del tiempo en alguna excursión militar, abrigos que nada tenían que envidiar a las modernas tiendas de campaña de Goretex, con la ventaja que eran descartables y fácilmente obtenibles.
También cuando el sol o la lluvia acosan al caminante mapuche, una o dos de sus grandes hojas son eficaz sombrilla o seguro paraguas.
Aún hoy día se suelen ver en las calles de Temuco, ciudad del sur de Chile, a mapuche que venden los pecíolos de pange como golosina para quitar la sed. Para su consumo se debe quitar la corteza.
En esa misma ciudad el autor de este artículo tuvo oportunidad de comprobar los maravillosos resultados del pange como antidiarreico. Una señora de su amistad se encontraba en un estado avanzado de gravidez y padecía de diarreas rebeldes. Los medicamentos autorizados por su médico para tratar esta dolencia no surtían efecto. El autor consultado por la señora, desesperada por tan molesta situación, le suministró unos trocitos de pecíolo de pange y el efecto no tardó en hacerse sentir. Jamás volvió esta señora a padecer esas molestas diarreas.
Denominar a esta planta nalka es una impropiedad, pues tal es el nombre mapuche del pecíolo o penca.
El rizoma o "raíz" se llama depe, los brotes o renuevos: panpankallwe, y la flor: f’kuñ-ngalka.
En castellano los lugares donde abundan los panges se llaman "pangales".

Aukanaw

Bibliografía:

  

AUGUSTA, Félix J. de, Diccionario Araucano-Español. Imp. Universidad, Santiago, 1916, pág. 53 y 163.
DIMITRI, Milan J., Pequeña flora ilustrada de los Parques Nacionales Andino-Patagónicos. Anales de Parques Nacionales, Bs. As., 1974, tomo XIII, pág. 94.
FEBRES, Andrés, Arte de la lengua general del Reyno de Chile, Larsen, Bs. As., 1884, pág.580.
GAY, Claudio, Historia físíca y polítíca de Chile (Botánica). Ed. Thunot, París, 1845, tomo II, pág. 363.
GUSINDE, Martín, Plantas medicinales que los indios araucanos recomiendan. Anthropos, Vol. XXXI, 1936, pág. 565 y 858.
MÖSBACH, Guillermo de, La Voz de Arauco. Siringa, Neuquén, 1976, pág. 166 y 184.
MONTES, Marcos; WILKOMIRSKY, Tatiana, Medicina tradicional chilena. Ed. Univ. de Concepción, Concepción, 1985, pág. 98.
MURILLO, Adolfo, Plantes medicinales du Chili. Exposition Universelle de Paris, Paris, 1889, pág. 84.
NÁJERA, Alonso González de, Desengaño y reparo de la guerra de Chile. Col. de Hist. y Doc., Santiago, 1889, tomo XVI, pág. 72.
ROSALES, Diego de, Historia Natural del Reyno de Chile. Imp. del Mercurio, Valparaíso, 1877, tomo I, pág. 248.
ZIN, Juan, La salud por medio de las plantas medicinales. Ed. Freeland, Bs. As., 1958, pág. 471.
Patawa

Nombre mapuche: Patawa; pitrapitra, p'chap'cha; pichapicha; mitawe; p'chamam'll; yakchi (según D. Rosales).
Traducción: Pütra = estómago; Mam'll = árbol. O sea "árbol estomacal", en franca alusión a las virtudes de este vegetal. No coincidimos con Gusinde quien traduce "P'tra = blando" y de allí "árbol blando".
Nombre científico: Myrceugenia planipes Berg. y Myrceugenia exsucca (D.C.) Berg.
Familia: Myrtaceae.
Nombre vulgar: Patagua de Valdivia; patagua del sur; patagua valdiviana; mitahue; pitrapitra.
No debe confundirse esta planta con otra de designación parecida. Nos referimos a la planta que en mapuche se llama pitra, p'tra o p'cha, por nombre vulgar pitra o petra, y por nombre científico Myrceugenia pitra Berg.
La mayoría de los diccionarios o léxicos mapuche-español las confunden.
Origen: Autóctona.
Distribución: Se la encuentra en la región andino-patagónica argentina y en el sur de Chile.
Hábitat: Suele crecer en lugares húmedos y en bosques, preferentemente en suelos anegados.
Comestibilidad: Su fruto es comestible, es dulce y agradable.
Descripción: Es un arbusto que puede llegar a ser árbol, es muy ramificado. Su corteza es de color gris oscuro y áspera. Las ramitas nuevas son pubérulas o tomentosas, es decir que están cubiertas o por pequeños pelitos finos y cortos, o por un conjunto de pelitos muy ramificados y densos que le dan un aspecto afelpado.
Las hojas son elípticas, u oval-oblongas y aún pueden llegar a ser muy anchas; son agudas u obtusas en el ápice. Tienen un largo de 2,5 a 7 cms., a veces suelen tener pelos finos, suaves y cortos en la cara inferior, y en las nervaduras de esta misma cara. Las hojas presentan glándulas.
Las flores son blancas, tienen un diámetro de 8 a 10 mm. y se hallan dispuestas en grupo en el extremo de un pedúnculo, o talluelo, que crece en el ángulo formado por la inserción de las hojas en el tallo, ángulo que se llama axila. El conjunto de estas flores puede presentar pelitos finos y cortos o pelitos densos de aspecto afelpado. Tienen estos conjuntos florales la peculiaridad que las flores centrales son las primeras en abrirse, vale decir que constituyen una cima. En la flor podemos apreciar que el cáliz tiene 4 pétalos, y la corola el mismo número de elementos. La cantidad de estambres, o filamentos portadores del polen que se hallan en el centro de la flor, es numerosa.
El fruto es carnoso -una baya- lampiño y de coloración negruzca, de unos 10 mm. de diámetro aproximadamente. En el fruto podemos observar la persistencia de los dientes del cáliz, que forman como una corona. Esta baya posee 3 divisiones y cada una contiene a su vez 2 ó 3 semillas.
Flor de la Patawa

Uso terapéutico:
• vulnerario
• afecciones cutáneas
• reuma
• disentería
• diaforético
• diurético
• estomacal
• indigestiones

Partes usadas:
Corteza
hojas
raíz
frutos

Modo de empleo:

Corteza
• diaforética
• afecciones cutáneas

• estomacal
• vulnerario

• indigestiones

En todos estos casos se emplea un decocto de la corteza, administrado en forma de bebida, excepto cuando se lo aplica como vulnerario, caso en el que se hará un uso externo en forma de lavados (de las heridas, equimosis o llagas).
• diarreas
• disentería

En estos casos se efectuarán lavativas con un decocto bien cargado de corteza y hojas. Complementa el tratamiento la administración del mismo preparado por vía oral, como bebida.


Hojas
• reuma
Son indicadas las aplicaciones de sus hojas, tibias o al natural, bajo la forma de fricciones o friegas.
• diurético
Bébase la infusión realizada con sus hojas y agua.

Constituyentes químicos: Contiene taninos, lo que confirma su uso como astringente y vulnerario; se detectan también resinas, aceites esenciales, flavonoides, quercetina, etc.
Fruto de la Patawa

Generalidades: La madera es amarilla y muy dura, pero tiene el inconveniente que se pudre con facilidad. En tiempos pasados fue muy usada en Santiago de Chile para los edificios, puertas y ventanas.
En cierta época del año aromatiza el aire con su balsámica fragancia.

Sucedidos: Es interesante recordar un importante sucedido de más de tres siglos, en el cual este árbol como medicina tuvo rol protagónico.
Rondaba el siglo XVII, época pletórica de heroicas hazañas e infames perfidias, época en que el pueblo Mapuche luchaba denodadamente por mantener su milenaria libertad, libertad que se veía terriblemente amenazada por la ambiciosa invasión hispana.
Precisamente allá por el 1643, pareciera que fue ayer, las fuerzas de ocupación españolas entraron en las tierras de Makewa (Maquehua), territorio libre mapuche, arrasando, talando y saqueando cuanto en él había. Tenaz combate hubo, y heroicamente defendió el mapuche sus tierras del fiero invasor, pero a pesar del denuedo de estos paladines al fin se cantó la victoria por el ibérico blasón.
Muchos mapuches quedaron muertos, otros heridos, cautivos otros tantos.
Entre los defensores heridos fue uno, un mapuche llamado Lienwenu. Este quedó en la campaña, tendido como muerto, hecho un cedazo de lanzadas, desnudo y sin abrigo alguno; y así pasó tendido dos días y una noche a la intemperie y al frío.
Salieron entonces los mapuche a recobrar los cuerpos de los caídos en el campo del honor, luego de haberse retirado las huestes hispanas. Entre los cadáveres recogidos se hallaba el viviente Lienwenu, pero reparando el longko (= "cacique") Waikillangka que el guerrero aún conservaba alguna respiración, le albergó en su ruka (= casa) y le abrigó hasta que recobrase el calor vital.
Tomó entonces este longko la corteza de este árbol Patawa o Yakchi y raíces de la hierba llamada Chepidka (Paspalum vaginatum Swan), e hizo de todo un cocimiento hasta que mermó 3/4 partes, quedando tan sólo 1/4 que adquirió color tinto. Dióle entonces de beber de este preparado la cantidad de una onza, lavóle las heridas -ya ulceradas- con esa agua, merced a la cual despidió la sangre corrompida y extravenada.
Comenzó a mejorar luego, y a 4 días que repitió este remedio, Lienwenu se levantó bueno y sano.
De este sucedido se enteraron los españoles gracias al relato que les hizo el mismísimo Lienwenu, cuando con un salvoconducto entró pocos días después en un fuerte de los realistas en busca de su mujer, que se la habían secuestrado en esa ocasión.
Diego de Rosales (S.XVII) nos indica que de esta planta es "maravillosa medicina para contra todo veneno el zumo de la cáscara (= corteza) bebido". El mismo jesuita nos relata una curiosa experiencia :
Echar en un vaso con veneno, el zumo de esta cáscara y luego se verá hervir con notable inquietud el veneno. El tósigo (= tóxico) no detendrá su actividad hasta salir a borbollones del vaso, y hasta que se convierte en espuma todo el veneno y no queda rastro de él, habiéndole expelido el zumo al veneno: se sosiega y apaga sus hervores.

Aukanaw
Bibliografía:  
AUGUSTA, Félix J. de, Diccionario Araucano-Español. Imp. Universidad, Santiago, 1916, pág.172.
DIMITRI, Milan J., Pequeña flora ilustrada de los Parques Nacionales Andino-Patagónicos. Anales de Parques Nacionales, Bs. As., 1974, tomo XIII, pág. 55.
GAY, Claudio, Historia física y política de Chile (Botánica). Ed. Thunot, París, 1845, tomo II, pág. 592.
GUAJARDO, Plantas medicinales de Chile. Santiago, 1890, pág. 95.
GUSINDE, Martín, Plantas medicinales que los indios araucanos recomiendan. Anthropos, Vol. XXXI, 1936, pág. 859.
LENZ, Rodolfo, Diccionario etimológico de las voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas. Imp. Cervantes. Santiago, 1905-1910, pág. 563.
MURILLO, Adolfo, Plantes medicinales du Chili. Exposition Universelle de Paris, Paris, 1889, pág. 91.
ROSALES, Diego de, Historia Natural del Reyno de Chile. Imp. del Mercurio, Valparaíso, 1877, tomo I, pág. 225.

Kulen



Nombre mapuche: Kulen, trapilawen.
Traducción: Trapi = ají; lawen= "simple", remedio herbal, o sea: "Remedio del ají".
Este nombre se le aplica por ser su fruto parecido al del "ají del monte", "putaparió" o "cumbarí" (Capsicum annuum).

Nombre científico: Psoralea glandulosa L.
Familia: Leguminosae.
Nombre vulgar: Culén; albaquilla; albahaquilla; albahaquilla del campo
Origen: Autóctona.
Distribución:  Se la encuentra en Argentina, Chile y Uruguay.
En Chile desde la provincia de Elqui (IV Región) hasta la de Valdivia (X Región).

Hábitat: Crece y se desarrolla preferentemente a orilla de los ríos.
Comestibilidad: No conocemos que tenga partes directamente comestibles.
Descripción: Es un arbusto o árbol que llega a medir hasta seis metros de alto. Cuando pequeña, esta planta tiene cierto parecido a la albahaca, y también lo tienen sus hojas; de allí proviene su nombre vulgar albahaquilla.
Sus hojas son caducas, es decir que no duran más de una estación, cayendo marchitas para renovarse posteriormente. Son también hojas que se hallan divididas en porciones, o formadas por varias piezas, o sea que son compuestas. En este caso, las hojas están compuestas por tres piezas o folíolos, por lo tanto son, trifoliadas.
Una característica peculiar de las hojas de esta planta es que son punteadas, es decir, que presentan puntos, depresiones y hoyos translúcidos o coloreados a los que se suma la presencia de glándulas. De allí la segunda parte de su nombre científico: glandulosa. Estas glándulas tienen forma de pequeñas verrugas y no sólo cubren las hojas sino también otras partes de la planta, y aún el mismo cáliz floral. Las hojas son aromáticas.
Uso terapéutico:
• emético
• emoliente
• vulnerario

• antihelmíntico
• carminativo
• diaforético

• purgante
• aperitivo
• contra los pujos

• hemorroides
• estomacal
• cefaleas

• enteritis
• refrescante

Partes usadas:
Hojas
cogollos
flores
corteza del tronco y ramas

zumo
ceniza
raíz

Modo de empleo:
Raíz
• emético
Hacer un decocto de unos 15 grs. por litro de agua.

Hojas
• estomacal
• carminativo

• antihelmíntico
• indigestiones

• diaforético
• cefaleas

• emoliente
• aperitivo

• tónico

Para todos estos casos hágase una infusión bien cargada usando 20 a 30 gramos de hojas por litro de agua. Este preparado es algo astringente.
• vulnerario
En este caso se usa en forma externa la infusión antes citada, lavando con ella las heridas, llagas, o equimosis.
• antihemorroidal
Tómense baños de asiento, varias veces al día, usando la infusión antes citada. Cuando las hemorroides son externas ,o están fuera, el vapor del susodicho preparado da gran alivio.
• pujos
Calentar las hojas, machacarlas y rociarlas con un buen vino. Se colocan entonces sobre la parte afectada. Esto se habrá de hacer las más de las veces que se pudiere entre el día y la noche.
• refresco
Cuando el sol es insoportable, colocar dentro del sombrero o gorra una buena cantidad de hojas frescas. El efecto no tarda en sentirse.

Hojas y zumo

• vulnerario (especialmente heridas serias)
Con el zumo de esta planta lavar la herida y colocar encima de ella hojas machacadas tibias. Este em plasto se debe cambiar cada 24 horas. Después se espolvorea la herida con el polvo de hojas secas de Kulen. Este polvo secará la herida y la hará cicatrizar; en tanto que los emplastos mencionados impiden la formación del pus y aceleran la cicatrización.

Otra forma de aplicación tradicional mapuche es usar las hojas tibias machucadas y revueltas con orina pútrida, aplicándose en forma de emplasto.
Alivia las comezones.
Las flores y los cogollos se emplean como las hojas, si bien son menos eficaces.

- Ceniza

• purgante
La ceniza que se obtiene de la combustión de esta planta si se administra bajo la forma de infusión. tiene efecto purgante.
Constituyentes químicos: El análisis químico del kulen nos señala la presencia de 0,27 % de aceite esencial y 0,4 % de resinas, lo que le confiere su cualidad aromática. Se detecta también la presencia de taninos en una proporción del 6,22 %, lo que confirma su capacidad astringente que lo torna apto para su empleo como vulnerario. Se encuentran también gomas en un 1,2 %.
Generalidades: Falkner en su Descripción de la Patagonia anota: "Yo y varios de mis amigos recogimos bastantes bolsas de este té y lo repartimos entre muchas personas; tuve ocasión de observar sus efectos y de ellos me resultó que daba apetito, ayudaba a la digestión, siendo remedio contra jaquecas, apepsias crónicas y anorexias que se habían resistido a todos los demás remedios; cualidades en que supera, y con mucho, al té de China".
Esta planta se podría considerar el "té" nativo, por sus excelentes virtudes.
Las inflorescencias y brotes sirvieron en el pasado para preparar bebidas refrescantes: aloja de Kulen.
En Perú la llamaban "la Ipecacuana de América".
La resina es útil, pero desconocemos sus modos de aplicación.
Se la puede encontrar también cultivada en los jardines, especialmente en Chile, como planta medicinal.
En el Compendio de la historia jeográfica, natural i civil del reino de Chile, más conocido como Tratado Anónimo y atribuido al abate Molina, se puede leer lo siguiente "Todas las partes del kulen tienen la misma virtud... en suma, los indios (léase: los mapuche) son tan decididos por este arbusto, que lo aplican casi a toda especie de enfermedades, principalmente interiores, y muchas veces con buen éxito."
El jesuita Diego de Rosales nos señala, allá en el siglo XVII, que ha habido mapuche que con veinte o treinta heridas ha sanado de ellas con esta planta, empleándola tal como lo indicamos en Hojas y Zumo (vulneraria).
En cierta época se le atribuyó a esta planta propiedades hipoglucemiantes, es decir antidiabéticas. El Dr. José Grossi, de Valparaíso, en 1904 fue delegado al Congreso Médico Latinoamericano de Buenos Aires; allí presentó una comunicación de los profundos estudios que realizó en su clínica sobre el kulen. Este trabajo se publicó en Argentina Médica del 28 de mayo de 1904.
Una de las fórmulas presentadas en ese trabajo es la siguiente: Hervir los cogollos de kulen (100 grs.) en un litro y medio de agua; reducir hirviendo hasta un litro, más o menos. Filtrar. Beber por copas durante el día, y por el lapso de 15 días.
Montes nos señala, en base a recientes estudios, que el extracto blando de kulen se ha ensayado como antidiabético sin resultados significativos.

Aukanaw

Bibliografía:

 

AUGUSTA, Félix J. de, Diccionario Araucano-Español. Imp. Universidad, Santiago, 1916, pág. 98 y 226.
CABEZAS, C.A., Tesis de Farmacéutico, Universidad de Chile, 1941.
CARRASCO, F., Tesis de Farmacéutico, Universidad de Chile, 1925.
FALKNER, Tomas, Descripción de la Patagonia. Hachette, Bs. As., 1974.
FEBRES, Andrés, Arte de la lengua general del Reyno de Chile, Larsen, Bs. As., 1884, pág. 464.
GAY, Claudio, Historia físíca y polítíca de Chile (Botánica). Ed. Thunot, París, 1845, tomo II, pág. 86.
GUSINDE, Martín, Plantas medicinales que los indios araucanos recomiendan. Anthropos, Vol. XXXI, 1936, pág. 565 y 866.
LENZ, Rodolfo, Diccionario etimológico de las voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas. Imp.Cervantes, Santiago, 1905-1910, pág. 221.
MONTES, Marcos; WILKOMIRSKY, Tatiana, Medicina tradicional chilena. Ed. Univ. de Concepción, Concepción, 1985, pág.108.
MÖSBACH, Guillermo de, La Voz de Arauco. Siringa, Neuquén, 1976, pág. 60.
MURILLO, Adolfo, Plantes medicinales du Chili. Exposition Universelle de Paris, Paris, 1889, pág. 54.
ROSALES, Diego de, Historia Natural del Reyno de Chile. Imp. del Mercurio, Valparaíso, 1877, tomo I, pág. 235.
ZIN, Juan, La salud por medio de las plantas medicinales. Ed. Freeland, Bs. As., 1958, pág. 263.  

Chilko



Fuchsia magellanica
Nombre mapuche: Chilko; chillko; tilko.
Traducción:  Chilko = acuoso ( pues crece cerca del agua).  Mösbach traduce "aguachento" y lo interpreta como cualidad del fruto.
Nombre  científico: Fuchsia macrostemma R. et P. Fuchsia coccinea  Fuchsia magellanica Lam.
Familia: Onagraceae.
Nombre vulgar: Chilco; aljaba; fucsia.
Origen:  Es planta autóctona.
Distribución: En la Argentina crece en la región andino-patagónica. En Chile entre Coquimbo y Magallanes, pero es más abundante en el sur.
Hábitat: Se desarrolla en las riberas de cursos de agua y en las quebradas más húmedas. En general: en todos los sitios en que la humedad sea muy alta.
Comestibilidad: Sus frutos son comestibles.

Descripción:
Es un arbusto muy ramificado, que en el sur chileno a veces alcanza a tener las proporciones de un árbol.

Puede crecer erguido o apoyado, el tallo se halla desprovisto de pelos, aunque en ocasiones apenas los presenta. Las ramas y el tallo forman capas de corcho o suber que se desprenden en forma bien visible.
Las hojas son lanceoladas, aovado-oblongas o aovado-lanceoladas; poseen un talluelo que las une al tallo, es decir que son pecioladas. Los bordes de las hojas son dentados, y éstas alcanzan una longitud de 2,5 a 8 cm. de largo. Pueden presentarse como opuestas, es decir frente a frente tallo de por medio, o haber más de dos hojas a la misma altura alrededor del tallo, o sea verticiladas. Son discolores.
Las flores son colgantes, generalmente se hallan solitarias y no en grupos. Suelen estar unidas al tallo por un largo talluelo o pedicelo que nace de las axilas o ángulos que forman las ramas o las hojas con el tallo. La flor presenta 4 pétalos purpurinos o morados, de 1 a 1,5 cm. de largo; y 4 sépalos rojos, de 2 a 2,5 cm. de largo. Tiene 8 estambres con un estilo que sobresale bastante fuera del conjunto floral.
El fruto es rojo-violáceo o negro, carnoso, de forma oblonga, y de aproximadamente 1 cm. de largo. Es una baya. En Chiloé denominan a los frutos "cuchigordos".
El chilko florece entre octubre y febrero y sus semillas maduran en marzo. Las flores caen con las primeras heladas, y son polenizadas por los pingda (= picaflor) y los diulliñ (= mangangáes o abejorros).
En general, el tallo es blando, el follaje ralo y sus flores suelen pender sobre las aguas.



Uso terapéutico:

• diurético
• en partos difíciles
• emenagogo
• tónico general

• diaforético
• purgante

• quemaduras
• febrífugo

Partes usadas:

Hojas
cortezas
flores
Modo de empleo:  
Hojas
• diurético
El decocto de las hojas bebido caliente.
• emenagogo
• partos difíciles
Se machucan hojas tiernas y se toma su jugo mezclado con agua tibia. La mujer mapuche durante y poco después del parto no toma bebida fría, sino solamente este zumo.
• diaforético
Se hace una mezcla de hojas machucadas de chilko; palki (Cestrum parqui) conocido vulgarmente como duraznillo negro o hediondilla; y koyamlawen (Pilea elegans) hierba urticante conocida también como millawilo y millaufilu, pero de la que desconocemos el nombre que le dan los criollos, y no sabemos si crece en el territorio de la actual Argentina. Con esta mezcla se prepara una infusión, y se administra como bebida.
Flores

• diurético
• purgante
• febrífugo
• tónico general
Hacer una infusión con las flores, se administra como bebida.
• quemaduras
Se aplican compresas embebidas con una infusión de las flores.

Hojas y flores
• emenagogo
Hervir una pequeña cantidad de hojas y flores en vino. Se toma por copitas.

Constituyentes químicos: Se ha detectado la presencia de tanino en un 0,312 %; goma 2,2 %; resina 0,88 %, fécula y un glucósido.
Se encuentran en las flores de la Fuchsia magellanica Lam. variedad molinae: 3,5 % diglucósido de peonidina. En las variedades híbridas Fuchsia magellanica + Fuchsia excorticata, Fuchsia magellanica + Fuchsia fulgens, y Fuchsia magellanica + Fuchsia splendens: mono y diglucósidos de peonidina, malvidina, delfinidina, cianidina y perlargonidina.

Fuchsia macrostemma


Generalidades: Diego de Rosales (siglo XVII) señala que, como diurético : "es la mexor medicina que se halla".
A principios del siglo XX se usaba un jarabe de chilko preparado, según Pennesse, del siguiente modo:
Colocar 1/2 Kg. de flores de chilko en 2 litros de agua fría con 30 ó 40 gotas de ácido sulfúrico, a la que se añade azúcar en la dosis correspondiente según el arte.
El jarabe es muy delicado y refrescante, y tiene la propiedad de ser febrífugo, por lo que se lo administraba en lugar de las famosas limonadas que se confeccionaban con el mismo fin.
Aparte de las especies citadas tenemos también a la Fuchsia denticulata R. et P..
El chilko es planta tintórea, sus ramas tiñen de negro, y las hojas dan un tinte gris- plomizo, que aumentando la proporción de la substancia, y con un mayor hervor, se llega hasta un gris muy oscuro.
Los mapuches recomiendan moderación en el uso de esta planta para los partos difíciles, pues todas las especies de este género gozan de propiedades emenagogas en dosis pequeñas y abortivas en dosis mayores, o de mayor concentración.

 Aukanaw

Bibliografía:

AUGUSTA, Félix J. de, Diccionario Araucano-Español. Imp. Universidad, Santiago, 1916, pág. 23.
BUSTAMANTE, C. B., Tesis de Químico Farmacéutico. Universidad de Concepción, Concepción, 1926.
CROWDEN, R.K.; WRIGHT, J.; HARBONE, J.B., Phytochemistry XVI. 1977, pág. 400.
DIMITRI, Milan J., Pequeña flora ilustrada de los Parques Nacionales Andino-Patagónicos. Anales de Parques Nacionales, Bs. As., 1974, tomo XIII, pág. 57.
GAY, Claudio, Historia físíca y polítíca de Chile (Botánica). Ed. Thunot, París, 1845, tomo II, pág. 351.
GUSINDE, Martín, Plantas medicinales que los indios araucanos recomiendan. Anthropos, Vol. XXXI, 1936, pág. 561.
JOSEPH, Claude, Los tejidos araucanos. Revista Universitaria, Univ. Católica de Chile, año XIII, N° 10, 1926, pág. 978.
MÖSBACH, Guillermo de, La Voz de Arauco. Siringa, Neuquén, 1976, pág. 78.
MÖSBACH, Guillermo de, Botánica Indígena de Chile. Ed. Andrés Bello, Stgo. de Chile, 1992, pág. 97.
MONTES, Marcos; WILKOMIRSKY, Tatiana, Medicina tradicional chilena. Ed. Univ. de Concepción, Concepción, 1985, pág. 126.
MUNZ, P.A., Revista Universitaria. Universidad Católica de Chile, año XXII, N° 1,1935, pág. 241-281.
MURILLO, Adolfo, Plantes medicinales du Chili. Exposition Universelle de Paris, Paris, 1889, pág. 96.
ROSALES, Diego de, Historia Natural del Reyno de Chile. Imp. del Mercurio, Valparaíso, 1877, tomo I, pág. 230.
ZIN, Juan, La salud por medio de las plantas medicinales. Ed. Freeland, Bs. As., 1958, pág. 220.

Madi

Nombre mapuche: Madi; Kuradew; Chukanchukan, Chukauchukau.


Traducción: Kura = piedra; dew = ratón. Es decir "ratón de piedra".
Kuradew = trabajado con piedra. Posible referencia al trabajo de prensado de sus semillas para obtener aceite. (s/Mösbach).
Chukauchukau = algún tipo de relación con el pájaro de nombre Chukau (Scerlochilus rubecula). (s/Mösbach).
Madi = mashi = mari = 10 (?).
Todos estos intentos de traducción no son convincentesa nuestro criterio, los citamos a mero título ilustrativo.

Nombre científico: Madia sativa Mol.
Familia: Compositae.
Nombre vulgar: Melosa; madi; madia; gomosa; aceite; yuyo aceite; pasto aceite.
Origen: Autóctona del terrirorio Mapuche.
Distribución: En la Argentina se la encuentra en Mendoza y la Patagonia; en el territorio de Chile tiene una dispersión general.
Hábitat: Prefiere los suelos secos, crece con frecuencia junto a caminos y senderos.

Descripción:
Es una planta herbácea anual, es decir, que vive sólo un año o menos, desde que germina hasta que fructifica y muere. Alcanza una altura de 30 a 80 cm, tiene un tallo que es vertical, o sea erecto, simple y robusto, aunque a veces presenta también ramas erguidas.
Las hojas inferiores se disponen en forma de roseta, es decir, que se hallan dispuestas radialmente a modo de una rosa, partiendo desde un centro o corona; esta roseta se halla apoyada sobre el suelo. Las hojas medias son opuestas, lo que significa que están frente a frente tallo por medio. Las hojas superiores son alternas, pues se hallan esparcidas a distintas alturas sobre el tallo. En todos estos casos las hojas carecen de un talluelo o pedúnculo que las una al tallo, vale decir, que se unen directamente, por lo que se las llama sesiles.
Respecto a la forma las hojas son anchamente lanceoladas pudiendo llegar a ser largas y estrechas, con bordes paralelos. El ápice de las hojas puede ser obtuso o romo como también agudo. Son hojas que no se hallan divididas en porciones, es decir, simples, y suelen tener 3 a 10 cm. de largo por 1,5 a 10 mm. de ancho.
Sus flores son amarillentas y se agrupan en numerosos capítulos radiados, como la margarita, de 18 a 25 mm. de diámetro. Las flores están unidas al tallo por un talluelo muy corto o directamente sin soporte. Estos capítulos o "flores" se hallan agrupados en racimos indefinidos, que generalmente se presentan en los extremos de ramas y tallo, o bien en las axilas de hojas o ramas superiores con el tallo.
Los capítulos o "flores" suelen tener de 8 a 12 lígulas o "pétalos".
Esta planta se propaga por semillas y florece en la primavera.
Es muy pegajosa por estar cubierta de pelos glandulosos, y también es muy hedionda.

Comestibilidad: Su aceite.
Uso terapéutico:
• laxante
• dolores de las articulaciones (artralgias)

• tumores y granos
• obstrucciones del bazo

• emenagogo

 
Partes usadas:

- Hojas
-semillas
-su aceite
Modo de empleo:

Hojas

• laxante
Hacer un decocto con 10 grs. de hojas en un litro de agua, hervir cinco minutos. Beber varias veces al día.

Aceite

• laxante
• emenagogo
• desobstruye el bazo
Se puede tomar como aceite de mesa, acompañando el aliño de comidas y ensaladas.
O bien solo, para lo cual se toma por la mañana y durante 8 días un volumen de aceite igual al que puedan contener la cáscara de 2 huevos de gallina.

Semilla

• laxante
Se emplea molida. Agregada a la mazamorra de maíz

• emenagogo
Desleída en el agua donde se coció el helecho Kudnamum, vulgarmente conocido como "culantrillo" (Adiantum chilense).

• tumores y granos
Se hace con las semillas molidas un emplasto caliente, éste los madura, cura y hace salir la pus.
Su aceite espesado sabemos que se emplea para el tratamiento de los dolores articulares, ciática, reuma y lumbago, pero ignoramos la forma en que se lo emplea, presumimos que en fricciones cálidas.


Vista muy ampliada de un capullo de madi.

Nótese las gotitas de aceite en el extremo de los pelos glandulosos.

Constituyentes químicos:
Por el momento desconocemos los constituyentes de esta planta, que serán estudiados en la labor de campo consecutiva al presente trabajo.

Generalidades:
Esta planta era muy estimada antes de la importación del olivo a Sudamérica, pues de sus semillas se extraía un aceite muy apreciado.
En algunos países de Europa se la cultiva como forrajera.
En el siglo XIX fue cultivada en Francia por sus semillas, que abastecían a la industria jabonera con un aceite secante.
Se la cultiva en una pequeña superficie, pues emana un olor muy fuerte que rechaza a los animales; y por otra parte sus granos maduran irregularmente. A pesar de esto se la recomienda como abono verde.
La torta de madi, residuo de la aceitería, puede ser utilizada sólo como abono.
Su aceite comestible es excelente y fue muy elogiado por los escritores españoles del tiempo de la llamada "conquista".
Los granos molidos y cocidos eran mezclados con otras substancias.
Hoy día se la considera en la actual Argentina como una "maleza" (véase: "Manual de Malezas" de A. Marzocca, INTA), sin embargo el concepto que se tenía sobre esta planta a fines del siglo pasado era lo opuesto.
Si abrimos un manual escolar de la escuela primaria titulado "Elementos de Agricultura" fechado en 1898, podremos leer lo siguiente respecto al Madi:
"... importada a Europa a dado muy buenos resultados. El hecho de ser indígena, puede decirse, y sus principales caracteres autorizan a suponer que su cultivo sería muy ventajoso en nuestras chacras".
... "Ha sido introducido hace algunos años a Alemania, de donde ha pasado a Francia.
El madia se recomienda por la rapidez de su desarrollo, por su rusticidad, y su producto que iguala o sobrepuja al de las demás plantas oleaginosas.
El aceite que produce tiene un sabor que no agrada a todos, sin embargo es muy comestible y conviene para los usos económicos
El madia debe sembrarse de asiento, las plantas transplantadas quedan siempre endebles. No es exigente sobre la calidad del terreno, pero necesita un suelo profundo. Debe sembrarse en Junio y Julio y quizá pueda sembrarse también en Agosto. (Estos datos son para la provincia de Buenos Aires, al nivel del mar y con clima templado. Aukanaw) Se siembra en líneas distantes entre sí de 40 centímetros, dejando 12 a 15 centímetros de distancia entre las plantas.; o a voleo empleando unos 15 kilogramos por hectárea.
Se reconoce que la semilla está madura cuando toma un color gris; es bueno aguardar hasta que haya maduradola de las flores secundarias, porque la planta no se desgrana estando parada. Se cosecha como el lino.
La planta despide un olor muy fuerte y desagradable que ha hecho rechazar su cultivo en algunas localidades de Europa.
Pero esa particularidad sería una ventaja para nosotros, porque resulta de ella que ningún insecto ataca al madia.
Las ramas secas conservan en parte ese olor y así mismo las ovejas las buscan. Los agrónomos consideran la paja del madia como un excelente abono".
Aquí termina la cita de 1898. ¡Oh tiempos! ¡oh costumbres! ...
Esta planta fue domesticada por el mapuche, quien la cultivó ampliamente hasta Chiloé.
Diego de Rosales (siglo XVII) nos señala que el aceite de madi es excelente para los pintores; y para curar pajaritos, pues sus semillas los purgan y sanan.
El mapuche molía en un mortero sus semillas, estrujándolas luego en un tejido vegetal que se retorcía y de donde salía el preciado aceite que se recogía en cántaros de barro. Lo que queda en la tela, el bagazo o torta, se seca y sirve para confeccionar unas bolitas que envueltas con harina son apreciado manjar.
Llámase maditan la operación de extraer el aceite del madi, y maditun el acto de comer las bolitas citadas.
La planta silvestre se distingue de la cultivada en que sus hojas son mucho más pegajosas.
Existe una planta muy parecida, que no hemos podido clasificar científicamente, llamada Madifillkun (= Madi del lagarto), y que algunos - como Mösbach- confunden con el Madi.
El autor ha notado que esta planta despide su olor característico especialmente en las horas en que el sol se comienza a ocultar y las aves realizan su segunda algazara diaria.
Es notorio como ensucia la parte inferior de pantalones o bombachas (1) con su aceite, dejándolos pringosos.
Esta pequeña plantita resiste las más severas sequías como fríos de 20ºC bajo cero.

Aukanaw


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(1) Bombachas: Pantalón muy ancho, ceñido por la parte inferior muy usado en la campaña argentina tanto por los criollos como por los mapuche. Es de origen árabe y fué introducido por los invasores hispanos.



Bibliografía:  

 

AUGUSTA, Félix J. de, Diccionario Araucano-Español. Imp. Universidad, Santiago, 1916, pág. 100.
GAY, Claudio, Historia físíca y polítíca de Chile (Botánica). Ed. Thunot, París, 1845, tomo IV, pág. 286.
GUAJARDO, S., Plantas medicinales de Chile. Santiago, 1890, pág. 62.
GUSINDE, Martín, Plantas medicinales que los indios araucanos recomiendan. Anthropos, Vol. XXXI, 1936, pág. 570.
LEMÉE, Carlos, Elementos de Agricultura. Imp. Sesé y Larrañaga, La Plata, 1898, pág. 69.
MARZOCCA, A., Manual de malezas. INTA, Bs. As., 1957, pág. 423.
MÖSBACH, E., Botánica Indígena de Chile. Ed. Andrés Bello, Stgo. de Chile, 1992, pág.112.
NÁJERA, Alonso González de, Desengaño y reparo de la guerra de Chile. Col. de Hist. y Doc., tomo XVI, Santiago, 1889, pág. 25.
OÑA, Pedro de, Arauco domado. Ed. Cultura Hispánica, Madrid, 1944, pág. 519.
ROSALES, Diego de, Historia Natural del Reyno de Chile. Imp. del Mercurio, Valparaíso, 1877, tomo I, pág. 247.
ZIN, Juan, La salud por medio de las plantas medicinales. Ed. Freeland, Bs. As., 1958, pág. 249.

PLANTAS MEDICINALES
Usadas por los MAPUCHE

GLOSARIO

Antihelmíntico: que destruye o expulsa las lombrices intestinales.
Aperitivo: que estimula el apetito.
Carminativo: que impide la formación de gases en el tubo digestivo y/o provoca su expulsión.
Decocto: preparación farmacéutica consistente en un líquido que contiene disueltos los principios medicinales de una substancia (en este caso planta), extraídos mediante decocción.
Decocción: procedimiento que consiste en hacer hervir una substancia orgánica (en este caso partes de la planta) en agua, durante un cierto tiempo.
Diaforético: (sudorífico) que estimula la transpiración o sudor.
Disentería: enfermedad aguda específica, caracterizada por estado febril y abundantes deposiciones líquidas y a veces sanguinolentas.
Diurético: que aumenta la secreción de orina.
Emenagogo: que provoca, estimula o regulariza la función menstrual.
Emético: que produce o provoca el vómito.
Emoliente: que ablanda los tejidos y disminuye la inflamación. (En un sentido lato: "desinflamatorio").
Enteritis: inflamación del intestino, especialmente del delgado, se suele manifestar por abundantes diarreas.
Infusión: procedimiento farmacéutico consistente en verter agua hirviendo sobre una substancia orgánica (en este caso planta), dejando luego reposar durante un cierto tiempo.

Aukanaw



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